LA HABANA, 16 oct (Reuters) – Las iglesias evangélicas cubanas están recolectando firmas para solicitar una enmienda constitucional propuesta que abriría la puerta al matrimonio homosexual, como parte de una campaña política no gubernamental inusualmente fuerte para la isla dirigida por los comunistas.
Los cubanos han estado discutiendo la renovación más amplia de su constitución de la era soviética, según lo propuesto por el Partido Comunista, en las reuniones oficiales a nivel de bloque en todo el país desde agosto.
El artículo 68, que redefine el matrimonio como género neutro, ha provocado un particular alboroto, revelando cómo la sociedad cubana machista permanece a pesar de avanzar en los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) en los últimos años.
Las iglesias de Cuba, que disfrutan de más autonomía e influencia que cualquier otra organización no afiliada al Partido Comunista después de que el país expandió las libertades religiosas en la década de 1990, han avivado la controversia.
“De ninguna manera aprobamos el Artículo 68 … porque la Biblia lo condena”, dijo el pastor Lester Fernández, de 39 años, ante el aplauso eufórico de alrededor de 500 personas reunidas en una Iglesia Metodista en La Habana una mañana de un día laborable a principios de este mes.
La Iglesia Metodista es una de las 21 denominaciones evangélicas que este mes comenzó a reunir firmas para una petición en contra de la enmienda.
También han estado pegando carteles que celebran el “diseño familiar original, tal como Dios lo creó” en sus puertas y ventanas, sorprendiendo a muchos cubanos en un país de un partido con un estricto control de los espacios públicos.
Algunos analistas dicen que el enfoque en el matrimonio homosexual está desplazando la discusión sobre otros temas más sensibles planteados por la reforma constitucional, que mantiene el sistema socialista de un solo partido de Cuba como “irrevocable” mientras refleja los cambios de los últimos años en sus 224 artículos.
“El matrimonio homosexual ha funcionado como una cortina de humo para ocultar otras realidades”, dijo Isbel Díaz Torres, activista por muchos temas, incluidos los derechos LGBT.
Díaz Torres dijo que estaría feliz de poder finalmente casarse con su novio de 14 años si se aprobara la constitución y se hicieran los cambios legales necesarios.
Pero deseaba que los cubanos usaran la consulta pública para abordar otros temas como los derechos humanos.
La consulta ha provocado un debate inusualmente abierto para Cuba, con algunos ciudadanos, por ejemplo, llamando a elecciones directas para presidente. Sin embargo, algunos temas, como la posibilidad de otro sistema político o económico, parecen permanecer fuera de los límites.
¿MEDIO MILLÓN DE FIRMAS?
Cuba persiguió a los homosexuales en las primeras décadas de la revolución de 1959 de Fidel Castro, como lo hizo la gente religiosa, rodeándolos como contrarrevolucionarios y colocándolos en campos de trabajo.
Castro se disculpó en 2010 por esto, y el país ha avanzado en los derechos LGBT en los últimos años, gracias en parte a la defensa de su sobrina, Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Fidel Castro murió en 2016.
Si la constitución se aprobara con el Artículo 68 vigente, Cuba estaría en camino de unirse a Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay para permitir que las parejas del mismo sexo se casen.
Dado que ya garantiza otros derechos LGBT como las operaciones gratuitas de cambio de sexo, esto lo convertiría en un líder regional poco probable en los derechos LGBT, particularmente en el Caribe, donde abunda la homofobia y algunos países aún tienen leyes contra la sodomía.
Sin embargo, el gobierno ha prometido tener en cuenta las sugerencias públicas para una versión final que se someterá a referéndum a principios del próximo año.
La presidenta de la Iglesia de la Liga Evangélica Cubana, Alida León Báez, dijo que esperaba que más de 500,000 cubanos firmen la petición de las iglesias.
Mientras tanto, más del 60 por ciento de los 11,2 millones de ciudadanos de Cuba se bautizan en la Iglesia Católica Romana, que no ha intervenido en el Artículo 68, pero tradicionalmente se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Si el tema del matrimonio no se modifica en el proyecto constitucional, todos votaremos en contra”, dijo León Báez. “Si esto se aprueba, nuestra nación va a la destrucción total”.
Esto podría poner al gobierno en apuros si quiere demostrar que la consulta pública es un ejemplo real de democracia participativa y no, como dicen algunos opositores, un fraude.
Los activistas cubanos LGBT han llevado a cabo una contracampaña principalmente en las redes sociales. Pero se quejan de que el gobierno no reconoce oficialmente a la mayoría de los activistas independientes y, en ocasiones, los acosa.
Eso significa que, a diferencia de las iglesias de Cuba, no pueden hacer grandes campañas.
“CENESEX está haciendo muchas acciones”, dijo el activista LGBT Ulises Padron. “Pero al final del día no podemos olvidar que es una institución académica, científica y docente”. (Reporte de Sarah Marsh; edición de Christian Plumb y Jonathan Oatis)
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