En Cuba se produjeron en 2022 al menos 1.030 actuaciones contra el ejercicio de las libertades religiosas, denunció este lunes el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
Los datos recopilados por el OCDH muestran las violaciones contra personas públicamente identificadas como religiosas, así como contra otras que de manera asidua o esporádica asisten a cultos religiosos como una expresión de fe o de compromiso cívico.
“No se trata exclusivamente del hostigamiento a líderes religiosos en el ejercicio de su ministerio, sino de una negación de la libertad religiosa en su sentido más amplio y profundo, que es el derecho a actuar en los diversos espacios públicos, especialmente el social, en coherencia con los valores que uno profesa. Pero también se violan elementos como la libertad de culto cuando se impide que una Dama de Blanco asista a Misa o se dificulta la labor social de los pastores», denunció Eduardo Mesa Valdés, presidente del OCDH.
Como ocurre a nivel general en Cuba, las acciones represivas más frecuentes en este ámbito fueron las detenciones arbitrarias y el sitio de domicilios familiares, para impedir la asistencia a misas dominicales. En especial, contra integrantes de las Damas de Blanco, lo cual es una clara violación a la libertad de culto. A 141 de estos casos también le fueron aplicadas multas.
El OCDH también documentó citaciones e interrogatorios en dependencias oficiales, como es el caso del laico católico Dagoberto Valdés, ex miembro del Pontificio Consejo Justicia y Paz y director del Centro de Estudios Convivencia Cuba, quien fue citado el 9 de marzo, el 30 mayo y el 9 de diciembre de 2022. Otros miembros y colaboradores de Convivencia, como Yoandy Izquierdo, Javier Valdés Delgado, y Dagoberto Valdés Delgado, también fueron objeto de citaciones e interrogatorios.
El sacerdote católico Kenny Fernández Delgado, cura párroco de la Iglesia de Madruga, provincia de Mayabeque, fue hostigado, citado e interrogado por la policía política el 11 de marzo de 2022. También fue advertido por sus publicaciones en redes sociales y se le prohibió repartir fuera del templo el mensaje de los Obispos Católicos de Cuba sobre el “Código de fas Familias”. Asimismo, se le impidió realizar el Viacrucis por las calles de Madruga.
Entre los laicos católicos que sufrieron acoso de las autoridades también están el matrimonio Amable Casas Pacheco y Manelyn Morales Lazo, quienes salieron al exilio en marzo de 2022, después de interrogatorios y amenazas por su participación en iniciativas cívicas y por su colaboración con el OCDH en la atención a familiares de presos políticos en la ciudad de Camagüey.
Otras violaciones afectaron al pastor Alain Toledano, forzado al exilio después de que las autoridades cubanas le prohibieran salir del territorio nacional para acudir a la IX Cumbre de las Américas en Los Ángeles, y al pastor Enrique Fundora, fundador del Ministerio Dios sacude al Pueblo y sus Naciones y colaborador del OCDH, hostigado y amenazado junto a su familia, debido a su activismo social, y obligado a exiliarse.
A David Pantaleón, superior de los Jesuitas en Cuba y presidente de la Conferencia Cubana de Religiosos y Religiosas (CONCUR), que condenó la represión contra la sociedad civil y acompañó pastoralmente a familiares de presos políticos, no se le renovó su permiso de residencia en el país, un método habitual en estos casos. El 13 de septiembre se vio forzado a abandonar la isla.
El destacado activista y musulmán Abu Duyanah (Niovel Alexander Tamayo), presidente de la Asociación Cubana para la Divulgación del Islám, ha sido objeto de frecuentes restricciones de sus comunicaciones. En octubre fue informado de que estaba “regulado”, es decir, que no podía salir del país por ser una “persona de interés público”.
Religiosos en las cárceles
El pastor Lorenzo Rosales está en prisión, condenado a 7 años de prisión por su participación en las manifestaciones del 11 de julio. Durante 2022, su esposa denunció el hostigamiento de las autoridades contra Rosales, a quien además le niegan la asistencia religiosa.
A los hermanos Nadir y Jorge Martín Perdomo, prisioneros políticos y de conciencia, se les ha negado la asistencia religiosa.
Entre los líderes religiosos presos por motivos políticos se encuentran el sacerdote yoruba Loreto Hernández García, quien padece diabetes e hipertensión. No está recibiendo los medicamentos que necesita y tampoco atención médica en la cárcel de Guamajal, en Villa Clara.
“Estos son solo algunos de los ejemplos de violaciones a la libertad religiosa en Cuba en 2022. Desde el OCDH, pedimos a las instituciones y organizaciones internacionales y a los gobiernos democráticos, que condenen firmemente estos atropellos”, añadió Eduardo Mesa Valdés.
En junio de 2022, la Encuesta sobre Libertad Religiosa, del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, reveló que el 67% de los cubanos conoce a alguien que profesa una religión y ha sido acosado, reprimido, amenazado u obstaculizado en su vida diaria por motivos relacionados con su fe. Asimismo, más del 60% de los religiosos consideraron arriesgado hablar sobre su fe en internet o con otras personas.
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