El gobierno cubano ha revocado las credenciales de prensa de seis periodistas que trabajan para la agencia estatal española de noticias, EFE, en La Habana. El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha condenado la decisión del gobierno cubano y ha exigido que se devuelvan todas las credenciales. La decisión se produjo dos días antes de las previstas marchas de protesta en La Habana, que han generado tensión.
El gobierno cubano no ha dado ninguna explicación de la revocación de las credenciales de prensa de los periodistas, y el encargado de negocios de la embajada de Cuba en Madrid no asistió a la reunión convocada por el ministro Albares el lunes. Albares ha convocado al encargado de negocios para tratar el asunto y ha pedido al embajador español en Cuba que esté al tanto del tema.
La desición de gobierno cubano afectó seis periodistas, incluidos tres reporteros de texto, dos fotógrafos y un camarógrafo. A dos de ellos les devolvieron las credenciales. La presidenta de EFE, Gabriela Cañas, ha afirmado que devolver dos credenciales resulta insuficiente. Albares ha manifestado que no dejarán de exigir la devolución de todas las credenciales.
Además, las autoridades cubanas han prohibido al periodista Abraham Jiménez Enoa, colaborador habitual del Washington Post, salir de su casa. No es inusual que el gobierno cubano limite el movimiento de periodistas, especialmente cuando se esperan manifestaciones.
La libertad de prensa es vital en cualquier país del mundo, ha afirmado Albares, y no se puede aceptar que se revocan credenciales sin motivo. Esta decisión del gobierno cubano de limitar la libertad de prensa es inaceptable y supone un grave ataque a la libertad de expresión y a los derechos humanos.
Este incidente se produce en un momento en el que Cuba se enfrenta a una crisis económica, política y social cada vez más profunda. El pueblo cubano ha sufrido las consecuencias del embargo estadounidense durante décadas, pero también ha sido víctima de un sistema político que limita su libertad y no les permite expresarse libremente. Las recientes manifestaciones en La Habana y en otras ciudades de la isla han puesto de manifiesto la frustración y el descontento de la población con el gobierno.
En este contexto, es más importante que nunca que los periodistas puedan informar libremente sobre lo que está sucediendo en Cuba y que el gobierno respete la libertad de prensa y de expresión. La comunidad internacional debe estar vigilante y presionar al gobierno cubano para que respete estos derechos fundamentales.
En resumen, la decisión del gobierno cubano de revocar las credenciales de prensa de los periodistas de EFE es inaceptable y supone un ataque a la libertad de prensa y a los derechos humanos.
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