Miami to Brazil Rodizio, restaurante creado por una empresaria cubanoamericana en Miami, combina la sazón de la comida cubana con las técnicas y las carnes típicas de los rodizios brasileños.
Los sabores de sus platos son únicos y se basan en el uso de diferentes especias, pero lo que más disfrutan los clientes es la posibilidad de degustar diferentes cortes de carnes sin límite de espadas. Esta combinación de sabores y la libertad para elegir y probar diferentes platos ha sido clave en el éxito de Miami to Brazil Rodizio, un restaurante creado por la emprendedora cubana Gabriela Casanova Godo.
Gabriela nació en La Habana, donde estudió Química Industrial, pero decidió emigrar a España y luego a los Estados Unidos para encontrar un lugar donde pudiera cumplir sus sueños y proyectar su propio negocio. Junto a su pareja, viajó primero a España, donde vivió dos años. Luego dieron un paso más y cruzaron la frontera de Estados Unidos. Una vez establecidos, tuvieron a su hijo, que actualmente tiene 7 años.
La idea de crear Miami to Brazil Rodizio surgió cuando Gabriela trabajaba en un carrito de hot dogs en la intersección de las calles 7 y 57 NW de Miami. En un día de fuerte aguacero, su esposo la encontró sentada sobre el carrito y le dijo: “Basta. Tú vas a tener un restaurante”.
El sueño americano
El momento del cambio llegó y apareció un lugar perfecto. Gabriela comenzó a preparar el restaurante en plena pandemia de Covid-19. A pesar de las restricciones para socializar en esa época, los clientes acudieron al restaurante y el inicio del negocio fue un éxito.
El restaurante cuenta con un playground (parque de juegos) que Gabriela adaptó para que los niños pudieran disfrutar mientras los adultos podían relajarse y comer. Gabriela quería crear un ambiente en el que padres e hijos pudieran disfrutar por igual. El restaurante tiene dos secciones completamente independientes, una familiar y la otra para adultos, con una amplia barra donde se pueden probar una gran variedad de cócteles.
Gabriela, quién cuenta con el apoyo incondicional de su esposo, también siente un gran orgullo de haber triunfado como inmigrante en Miami.
Para ella, este éxito es una muestra de su determinación y perseverancia, y representa la realización del “sueño americano”. Gabriela está especialmente agradecida con la comunidad de Miami por su apoyo y patronaje de su negocio.
Sabe que su éxito solo ha sido posible gracias a la oportunidad que ha tenido en Miami, ya que en Cuba no habría tenido la posibilidad de abrir un negocio propio. Por eso, siente un profundo agradecimiento hacia la ciudad y la comunidad que la han acogido y le han permitido realizar su sueño empresarial.
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