El Ejército de Liberación Nacional (ELN), guerrilla activa en Colombia, emitió una declaración en la que cuestionó la presión del gobierno y de algunos medios de comunicación para que se establezca un cese del fuego bilateral.
En su comunicado, la organización afirmó que la agenda acordada en el proceso de diálogos aún no ha sido negociada y que el tema del cese del fuego bilateral será discutido en la próxima ronda de diálogo con el Estado colombiano, que se realizará en Cuba.
El gobierno colombiano y el ELN iniciaron el proceso de diálogo en noviembre de 2021, tras la llegada a la presidencia de Gustavo Petro en agosto del mismo año. El actual mandatario adelanta un proceso de diálogo con diversas organizaciones armadas que ha denominado “Paz Total”.
El 29 de marzo, un grupo atacó con explosivos a militares que vigilaban una infraestructura energética en el departamento de Norte de Santander, hecho en el que murieron nueve soldados. Las fuerzas de seguridad atribuyeron el ataque al ELN, que no lo reivindicó. El atentado generó repudio en el país y el gobierno citó a su delegación de paz para analizar los hechos y las acciones a seguir.
En la declaración emitida por el ELN, la organización reiteró que es una organización alzada en armas contra el Estado y que sus acciones se justifican ante las operaciones militares del gobierno en su contra. El ELN fue fundado en 1964 inspirado en la revolución cubana y desde entonces se ha sentado a negociar en seis oportunidades con el Estado sin éxito. Actualmente tiene presencia en más de 200 municipios y podría tener entre 2.000 y 4.000 integrantes en sus filas, según las autoridades.
El ELN también enfatizó en que su objetivo es establecer un “nuevo orden político, económico y social” en Colombia y que están dispuestos a “discutir y buscar soluciones para los problemas que agobian al país”. Sin embargo, señalaron que no están dispuestos a renunciar a su lucha armada y que seguirán “resistiendo y combatiendo”.
El proceso de diálogo con el ELN es uno de los temas más sensibles en la agenda política de Colombia, ya que la violencia de esta organización armada ha sido una constante en el país durante décadas. El gobierno ha enfatizado la importancia de buscar una solución pacífica al conflicto armado y ha invitado a diferentes organizaciones armadas a sentarse a dialogar.
El ELN, por su parte, ha señalado que están dispuestos a dialogar, pero que no renunciarán a su lucha armada mientras no se den las condiciones para ello. La organización ha sido acusada en múltiples ocasiones de cometer violaciones a los derechos humanos y de mantener vínculos con el narcotráfico, lo que ha generado una gran controversia en el país.
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