Cuba es el séptimo país del mundo con mayor tasa de inflación y el segundo de América Latina, solo por detrás de Venezuela, según expertos de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.
El ranking semanal elaborado por Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en esa universidad, coloca a la isla en el séptimo lugar con una “impactante” inflación anual de 73,31%.
El experto dio a conocer el análisis en su cuenta de Twitter, donde afirmó que “tasas de inflación como estas hacen que los gobiernos, incluso las dictaduras comunistas, sean vulnerables”.
Argumentó que “con los precios de los alimentos en alza, los padres ni siquiera pueden permitirse comprar dulces para sus hijos”.
“El peso cubano es lo que siempre ha sido, una moneda chatarra“, concluyó el académico de la prestigiosa casa de estudios superiores, referente de Baltimore, Maryland.
Hanke afirmó que esta vulnerabilidad es evidente, además, en la crisis migratoria cubana actual, que presagia el “hundimiento de la isla”.
“Los cubanos abandonan el paraíso socialista antes de que la isla se hunda. Solo en abril de 2022, el número de cubanos (∼35,000) que ingresaron por la frontera suroeste de EE.UU. fue equivalente al de todo 2021”, explicó en otra publicación en la plataforma de microblogging.
Venezuela, el principal aliado de Cuba en América Latina, es el único país de la región que supera las tasas de inflación de la isla. Con un 98% anual se ubica en el quinto lugar del listado. El experto recomienda a ese país la dolarización inmediata.
“En el resumen de inflación de esta semana, #Venezuela ocupa el quinto lugar. El 23 de junio medí la inflación de Venezuela en 98%/año. Si bien Venezuela ya no se hiperinfla, su inflación sigue siendo una de las peores del mundo. Venezuela debe dolarizar oficialmente, ahora”, advirtió Hanke.
Zimbabwe encabeza la lista con una inflación anual de 377%, seguido por Sri Lanka (lugar 2), Turquía (3), y Líbano (4). En el sexto puesto –entre Venezuela (5) y Cuba (7)– está la República de Laos.
En marzo, Hanke analizó el Índice Anual de Miseria y concluyó que “Cuba es el país con la economía más miserable del mundo“.
Cuba era el país mejor posicionado de América Latina en el ranking de 2020, pero sufrió una brusca caída por una inflación del 1221,8% en 2021, lo que influyó en el resultado del informe, que evalúa cada año cómo le está yendo económicamente al ciudadano promedio de cada nación y para ello suma las tasas de inflación, de desempleo y de interés nominal (como aspectos negativos), a lo cual luego resta la tasa de crecimiento del PIB por habitante (este último como factor positivo).
Si bien el régimen cubano ha reconocido que la llamada Tarea Ordenamiento, tendiente a la unificación monetaria en el país, disparó la inflación, recientemente se sacudió la culpa y dijo que el encarecimiento de la vida en la nación caribeña es “resultado del alza de los precios en el mercado internacional“.
“Hay una inflación importada, un crecimiento en los precios de productos que no depende de nosotros”, se justificó el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, en una intervención ante la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En diciembre pasado, con una inflación actual del 6,900% en el mercado informal o mercado negro –donde la mayoría de los cubanos acuden a comprar productos de primera necesidad–, el gobierno prometió que acabaría con la inflación en 2022, pero todo ha empeorado desde entonces.
El economista Pedro Monreal, que publica sus análisis sobre la economía nacional en Twitter, señaló que “el poder adquisitivo de los hogares cubanos pudo haberse reducido en una cuarta parte desde mayo de 2021“.
“La pérdida de poder adquisitivo es peor en el caso de la alimentación debido a una inflación interanual de 43% en los alimentos. Con esos datos y sin más dilación, se necesitan acciones de política económica para recuperar poder adquisitivo en Cuba”, dijo en un análisis que coincide con el de Hanke.
Recomendó que, en principio, ayudaría a ese objetivo “un paquete económico para mejorar poder adquisitivo en Cuba”, el cual “debería tener dos componentes: desinflación (no deflación) e incremento de salarios y pensiones, pero en ambas dimensiones hay poco margen de maniobra”, aclaró Monreal.
El economista consideró el “ordenamiento” un “fracaso”, y dijo que “es causa importante del reducido espacio para un programa de recuperación del poder adquisitivo en Cuba”.
“Su deficiente secuencia obstaculiza respuesta de oferta y la monetización de un gran déficit limita nuevos gastos y alimenta la inflación”, apuntó el especialista, quien consideró que ante el fracasado reordenamiento económico en Cuba muy poco impacto tienen los “parches” y “listas de medidas” del régimen.
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