Posiblemente no haya mejor símil de esa Cuba que aún permanece bajo el control totalitario que este equipo Cuba que hoy tiene alegre a 3/4 de los cubanos, incluso entre quienes se oponen al régimen. Es sencillo. Este equipo:
- Ha sido conformado por una institución subordinada al régimen (Federación Cubana de Béisbol) excluyendo de antemano a jugadores por su posición política. Eso es Cuba hoy y hace 60 años.
- Excluyó incluso a un jugador que dio el sí (Yasmani Tomás) porque dijo que no participaría en actos políticos. No basta con plegarte a lo que ellos dicen. Tienes que plegarte completo. Si no, te demuestran quién manda realmente. Eso es Cuba hoy.
- El resto de los jugadores, incluidos los de Grandes Ligas, se quedaron callados ante la injusticia con Tomás, porque sabían que si hablaban las consecuencias también les llegarían a ellos. Eso es Cuba hoy, donde el miedo, la sumisión y la falta de solidaridad nos sigue poseyendo incluso cuando salimos del país, porque seguimos siendo sus rehenes. Qué triste que Anamely y Omara no puedan viajar a Cuba, pero me quedo callado, no sea que no me dejen entrar a mí o no protesto contra las aerolíneas, porque si las suspenden me quedo yo embarcado. Eso es Cuba hoy.
- Los que ayer fueron traidores hoy pueden jugar siempre que aporten su capital y acepten callarse la boca. Eso es Cuba hoy. Da lo mismo si eres pelotero o si eres emigrado que ya puedes invertir en negocios pero no tener participación política.
- La Seguridad del Estado viaja con el equipo para controlarlo, está presente en todo y la gente le teme y lo acepta, porque saben su poder. Eso es Cuba hoy y hace sesenta años.
- Hay peloteros dentro del equipo que evidentemente no apoyan al régimen y que están esperando la primera oportunidad para largarse, pero no pueden expresarlo. Eso es Cuba hoy.
- Aunque no se dedique la victoria al Comandante en Jefe (como antes) se sigue usando el deporte como herramienta de validación del sistema y los fondos recaudados por el sistema deportivo siguen yendo a los mismos bolsillos sin que se cuestione su uso. La supuesta dilución del papel preponderante de la ideología es una de las características de los tránsitos al postotalitarismo, que se vuelven menos ideológicos pero con los mismos en el poder. Eso es Cuba hoy.
- Los jugadores dicen que no hablan de política, pero no se oponen a que hagan campaña para las elecciones a costa del equipo. Eso es Cuba hoy.
- Aunque se mantenga la esencia de la exclusión y el problema, cualquier transformación cosmética nos hace ilusionarnos con un posible cambio e incluso hacernos creer que hemos ganado algo mientras Tony Castro se frota las manos y llama por teléfono a sus contactos de la MLB. Eso es Cuba hoy. Ya nos pasó cuando Obama (que incluyó a Dayron Varona jugando en el Latino) y nos dimos cuenta tarde. Cuando pase la euforia del último out y todo siga igual, seguro nos volveremos a dar cuenta.
Entonces sí. Ese Team Cuba es la representación de la Cuba de hoy. La Cuba de la exclusión que la ha llevado a un modelo fracasado que hoy busca gatopardear (porque sabe que se hunde) para mantener a los mismos en el poder a costa de la exclusión de base de siempre.
A los jugadores no les deseo que pierdan, pero tampoco puedo emocionarme con que ganen sabiendo cómo termina esto. Ya hace un tiempo que no puedo y no me interesa, aunque antes me levantara de madrugara para ver el deporte que fuera. Lo único que deseo es que ese estadio de Miami pueda llenarse de carteles para visibilizar la causa de los presos políticos y de la falta de libertades de Cuba (que también afecta a los atletas y es la causa principal de la situación paupérrima del deporte hoy), que algún preso político que vea el juego desde la cárcel tenga la felicidad de ver por un momento en la televisión su rostro en un cartel sostenido por alguien en el público y sepa que hay una parte de la comunidad cubana en el exterior que sigue luchando por ellos y no los ha abandonado, que alguien pueda volver a saltar al terreno con un cartel y entonces allí veremos la reacción o la no reacción de los peloteros en ese momento y luego, cuando la dirección del equipo salga a repudiarla.
Tomado de publicación en Facebook de José Raúl Gallego, Periodista e investigador.
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