Una reciente investigación del Miami Herald ha expuesto la doble moral del régimen cubano, revelando que mientras el pueblo sufre una crisis humanitaria sin precedentes, los militares acumulan miles de millones de dólares en sus cuentas bancarias a través del conglomerado empresarial GAESA.
Los documentos filtrados muestran cifras que desmontan décadas de propaganda oficial. Gaviota, la empresa turística del régimen, mantiene más de 4,261 millones de dólares en cuentas bancarias – una cantidad que multiplica por 13 los 339 millones que el gobierno dice necesitar anualmente para medicamentos. Esta revelación expone la falacia del «bloqueo genocida» como causa de las carencias del pueblo cubano.
El escándalo se profundiza con Almest, otra empresa del conglomerado militar, que recibió 668 millones de pesos del presupuesto estatal para construir hoteles mientras hospitales y escuelas se derrumban. La empresa, además, declaró solo dos millones de pesos en impuestos, evidenciando un sistema diseñado para beneficiar a la élite militar a expensa del pueblo.
Particularmente indignante resulta que mientras el régimen alega no tener fondos para pagar sus deudas internacionales, Almest ha recibido préstamos extranjeros por aproximadamente 1,800 millones de dólares para su expansión hotelera. Esta revelación confirma que el problema de Cuba no es la falta de recursos, sino su administración al servicio de una élite militar.
La obsesión del régimen con el turismo como supuesta «locomotora de la economía» queda expuesta como una falacia más. En 2024, el gobierno duplicó la inversión en hoteles y restaurantes, alcanzando 4,931 millones de pesos en el primer semestre, mientras el pueblo cubano enfrenta una crisis alimentaria sin precedentes.
El economista Pedro Monreal ha denunciado esta política como una «alucinación» que solo sirve para justificar decisiones de inversión que han relegado la seguridad alimentaria y los servicios básicos de la población. El régimen destina más del 50% de sus inversiones a sectores relacionados con el turismo y la construcción de hoteles, mientras el pueblo cubano sufre carencias básicas.
GAESA, que mantiene esta información financiera en secreto incluso de los auditores gubernamentales, emerge como el verdadero rostro de un sistema que prioriza los privilegios de la élite militar sobre las necesidades básicas del pueblo cubano. Estas revelaciones confirman que la verdadera causa del sufrimiento del pueblo cubano no es el embargo, sino un sistema diseñado para enriquecer a una élite militar mientras condena a la población a la miseria.
La pregunta que surge es inevitable: ¿Cuánto tiempo más podrá el régimen mantener la farsa del «bloqueo genocida» cuando existen miles de millones de dólares en las cuentas bancarias de sus empresas militares? La respuesta, documentada en estas filtraciones, expone la verdadera naturaleza de un sistema que ha perfeccionado el arte de la represión económica contra su propio pueblo.
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