Un total de 42.512 familias numerosas cubanas habitan viviendas deterioradas, según cifras del gobierno, que promueve un programa de subsidios para mejorar o construir nuevas casas, que acumula un retraso de dos años por culpa del embargo norteamericano, la pandemia de coronavirus y deficiencias administrativas.
Para este año, el gobierno cubano prevé entregar 28.679 viviendas de nueva construcción o reasignadas a familias numerosas, pero la directora nacional de Vivienda, Vivian Rodríguez Salazar, reconoció que el programa marcha de forma desigual, siendo Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo las provincias punteras, mientras que Isla de la Juventud, Matanzas y Artemisa fueron las regiones más retrasadas, al cierre de 2020.
El programa fue anunciado a principios de 2019, pero no fue hasta febrero que se aprobó el Acuerdo 9009, del Consejo de Ministros, que faculta a los consejos de administración municipales a priorizar la asignación de viviendas y recursos financieros para la construcción, rehabilitación, ampliación o remodelación de viviendas para familias con tres o más hijos menores de 17 años,, incluidas las encabezadas por tutores.
Cuba es el país mas poblado del Caribe insular, 11 193 470, según la gubernamental Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), que califica la demografía en “crecimiento nulo o población estabilizada”, desde el 2004; y una tasa de envejecimiento en torno al 20% de su población.
En el ámbito territorial, el envejecimiento tiene diferentes grados de intensidad en todas las provincias, pero la mayoría ya sobrepasa el 20 por ciento nacional; siendo Artemisa la región menos vieja de Cuba, con un 18,4 por ciento y Villa Clara, las más envejecida con un 24%, seguida por La Habana (21,9%) y Sancti Spíritus (21,8%).
Yateras, siendo el municipio con población más joven tiene una tasa de del 14,1%, de envejecimiento, calificado como índice medio, en las estadísticas oficiales; mientras que Plaza de la Revolución, que duplica en habitantes al municipio guantanamero, es el más envejecido de Cuba con un 28,3%, siempre según la ONEI.
Al cierre del año pasado, 5.735 familias numerosas cubanas recibieron los subsidios estatales, como parte del programa de estímulo a la natalidad, quedando pendientes de recibir ayuda para mejorar o cambiar de casas, 36.777 cubanos con tres o más hijos y/o tutelados menores de 17 años, según cifras oficiales, citadas por el periódico Granma.
Yesser Izaguirre Ojeda, director de la Vivienda en la provincia con igual nombre que el periódico del gobernante partido comunista, informó que 3.846 familias numerosas granmenses requieren de mejoras constructivas en sus inmuebles o de una nueva vivienda.
En Villa Clara, la provincia más envejecida de Cuba, su directora de Vivienda, María del Carmen González Otero, tiene censadas 1 827 familias con tres o más hijos en casas deterioradas, pero el programa de estímulo a la natalidad también acumula retrasos por “tropiezos”, que no identificó; pero provocaron que 1.392 familias sigan pendiente de la asignación de una nueva vivienda o subsidio para reparar la suya.
En Nuevitas, las autoridades municipales cifran en 65 las familias numerosas necesitadas de cambiar o mejorar sus viviendas, pero, este año, fueron aprobados trece subsidios, 11 para la construcción de “células básicas habitacionales” y dos destinados a rehabilitaciones de casas, según la radio de ese pueblo costero de Camagüey.
Fuentes y medios oficiales insisten en el carácter “humanitario” del programa, pero circunscribiendo las acciones gubernamentales a 2019 y 2020, cuando las familias cubanas de cualquier estructura parental sufren un acusado deterioro de sus casas desde hace años y el país acumula un déficit de casi un millón de viviendas.
El cinco por ciento de las viviendas de Cuba está en peligro de derrumbe, casi la mitad necesita reparación y más de 120 mil casas tienen pisos de tierra, según el segundo informe social del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), que denunció los frecuentes derrumbes con muertos y heridos.
Algunos de esos cubanos viviendo en casas con piso de tierra, en las ruinas de un edificio republicano, y repartos hechos por microbrigadas, quizá ingenuamente “creyeron el cuento de la Mesa Redonda y el noticiero de televisión de que, un cubano venido de Miami, les quitaría su casa, pero quien se la ha arrebatado han sido la miseria, la ineficiencia, la falta de apoyo del gobierno y sus buldóceres, como se ha visto en las imágenes de los recientes desalojos”, aseguró el director de Estrategia del OCDH, durante la presentación del informe, en julio de 2020
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