
Los padres de los presos políticos Jorge y Nadir Martín Perdomo, Martha Perdomo Benítez y Jorge Martín Blanco, protagonizaron este lunes una protesta frente a la sede provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en San José de las Lajas, Mayabeque. Su exigencia era clara: respuestas inmediatas sobre la integridad física de Jorge Martín Perdomo (Jorgito), de quien no tienen noticias desde hace días.
Betty Guerra Perdomo, prima de los detenidos, denunció en la red social X que sus tíos se presentaron con un cartel reclamando información sobre su hijo, pero rápidamente fueron abordados por agentes de Seguridad del Estado, quienes les ordenaron eliminar cualquier evidencia del acto de protesta y dirigirse de inmediato a sus oficinas.
La preocupación de la familia se intensificó cuando, hace siete días, recibieron un mensaje del joven preso político en el que aseguraba temer por su vida. Desde entonces, la incertidumbre y el silencio de las autoridades han agravado la angustia de sus padres, quienes demandan una prueba de vida sin más excusas ni dilaciones.
Jorge y Nadir Martín Perdomo fueron condenados en enero de 2022 a ocho y seis años de prisión, respectivamente, por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 en San José de las Lajas. Acusados de “atentado”, “desacato” y otros cargos fabricados por el régimen, ambos han sido sometidos a hostigamiento y represalias durante su encarcelamiento.
Desde su arresto, las autoridades han utilizado diversas tácticas para castigar psicológicamente tanto a los hermanos como a su familia, incluyendo su reclusión en cárceles separadas. A pesar de la represión, su madre ha reiterado que no cesará en su lucha por justicia, denunciando constantemente los abusos y el peligro que enfrentan sus hijos tras las rejas.
Jorge, ingeniero informático y exprofesor de Programación en la Universidad de La Habana, y Nadir, licenciado en Lengua Inglesa y Francesa, formaban parte del sector privado antes de ser encarcelados. Como muchos jóvenes profesionales en Cuba, buscaban oportunidades fuera del control estatal, lo que los convirtió en blanco de la persecución política del régimen.
La madre de ambos ha sido enfática en su mensaje: “Las madres no podemos parar de pedir justicia, tenemos que seguir”. Su convicción es que solo la unión de los familiares de los prisioneros políticos, a través de la protesta pacífica, podrá conseguir la libertad de quienes han sido injustamente encarcelados. En su determinación, dejó claro que, si llegara a faltar, su tumba deberá llevar un mensaje inquebrantable: ”¡Libertad para Jorge y Nadir!”
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