Un contingente de marines estadounidenses ha arribado a la Base Naval de Guantánamo, en Cuba, en el marco de los preparativos de la administración Trump para convertir la instalación en un centro de detención de migrantes.
La medida forma parte de la estrategia del presidente Donald Trump para reforzar el control migratorio y aliviar la presión sobre los centros de detención en territorio estadounidense.
La Casa Blanca confirmó la llegada de los marines en un comunicado oficial, señalando que su misión es apoyar al Departamento de Defensa y al Departamento de Seguridad Nacional en la expansión del Centro de Operaciones Migratorias dentro de la base. La administración ha ordenado preparar hasta 30,000 camas para alojar a migrantes detenidos en operativos recientes.
En una entrevista en Meet the Press de NBC News, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió la medida argumentando que la base de Guantánamo ofrece ventajas logísticas y de seguridad para albergar a los migrantes considerados de alto riesgo. Noem enfatizó que “se seguirá el debido proceso” y que se dará prioridad a la detención de individuos con antecedentes criminales o vinculaciones con redes delictivas.
El zar fronterizo de Trump, Tom Homan, aseguró que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) estará a cargo de la instalación, aunque los detalles sobre la operación aún no están completamente definidos.
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