Educación en Cuba: ignorancia es esclavitud

La educación en Cuba, otrora estandarte del sistema socialista cubano, atraviesa hoy una crisis tan profunda como el colapso estructural que sufre el país. Mientras la economía se desploma, y en medio de apagones nacionales, la Educación es uno de los sectores que mas sufre los estragos de la falta de financiamiento, administración deficiente y una burocracia asfixiante que prioriza la ideología sobre la calidad de la enseñanza.

Lejos de ofrecer un sistema educativo funcional, el monopolio estatal sobre la educación convertió las escuelas en fábricas de «adoctrinados» donde el aprendizaje real nunca fué una prioridad, más bien un medio estratégico de ingenieria social.

Aulas sin maestros y sin electricidad

El abandono del sector educativo se traduce en aulas sobrepobladas, infraestructura deteriorada y un éxodo masivo de maestros, quienes huyen de salarios miserables y condiciones laborales insoportables. La falta de docentes ha obligado al régimen a improvisar soluciones que solo agravan la situación: estudiantes sin preparación pedagógica imparten clases, jubilados son recontratados sin incentivos y los profesores en activo deben asumir cargas de trabajo inhumanas.

El problema se ve agravado por los constantes apagones que afectan el país. Según testimonios recogidos por Martí Noticias, los cortes de electricidad interrumpen el horario escolar, impiden el uso de recursos básicos para la enseñanza y dejan a los niños en aulas sofocantes sin ventilación.

“Mientras más niños, más calor. Son aulas cerradas prácticamente sin ventilación”, denuncia Ienelis Delgado, madre residente en Camagüey. La sobrepoblación en las aulas y la falta de condiciones adecuadas no solo dificultan la enseñanza, sino que también ponen en riesgo la salud de los estudiantes.

Adoctrinamiento

Más grave aún que la falta de recursos y profesores es la deformación ideológica del sistema educativo. El régimen ha convertido las escuelas en centros de propaganda donde la enseñanza de materias fundamentales es relegada en favor del adoctrinamiento político.

“Te enseñan la bolita del mundo y los países, y ya se acabó la geografía. El problema es que no se profundiza porque no hay maestros, y los que están no tienen preparación. Aquí tú aprendes que 2 + 2 es 4 y a leer entre comillas. Lo otro es ‘seremos como el Che’”, comenta Delgado, evidenciando la manipulación de contenidos en las aulas cubanas.

Las asignaturas que fomentan el pensamiento crítico, como la educación cívica, han sido prácticamente eliminadas. En su lugar, los niños son instruidos en un sistema de valores que responde a los intereses del régimen, mientras que las normas básicas de cortesía y civismo han desaparecido.

“Pedir permiso, decir por favor, gracias, son cosas que se han quedado fuera. Es un desastre”, añade Delgado. La pérdida de valores es una consecuencia directa de un sistema que, en lugar de formar ciudadanos, produce individuos moldeados bajo los dogmas del castrismo.

Jornadas educativas mas cortas

Para agravar la crisis, el régimen ha reducido los días de clases, forzando a los docentes a comprimir los contenidos en un tiempo reducido. La exprofesora María Elena Mir Marrero describe cómo la educación se ha vuelto una carrera contra el reloj en la que los estudiantes, muchos de ellos agotados por la falta de sueño y alimentación adecuada, no logran asimilar los contenidos.

“A esos niños que ya tienen menos clases, intentan enseñarles en tres días un contenido que debería darse en un mes. Quizás ese niño llegó a la escuela después de que le quitaron la luz por la noche, no durmió bien, no tiene agua y, cuando llega el momento de aprender, ya está agotado”, explica Mir Marrero.

A esto se suma la influencia del entorno social, marcado por la crisis económica y la lucha diaria por la supervivencia. “Lo que ven en la calle es la bronca por el pan, la bronca por el pollo. En las colas lo que se dice son barbaridades, y eso es lo que aprenden. No saben decir buenos días o buenas tardes”, lamenta la exprofesora.

Los futuros Cubanos

Mientras el régimen sigue priorizando la propaganda política sobre la educación de calidad, los niños cubanos crecen en un sistema que los priva de oportunidades reales de desarrollo. La falta de formación académica y el adoctrinamiento ideológico no solo afectan su presente, sino que comprometen su futuro en un país sin perspectivas.

Cuba enfrenta hoy las consecuencias de décadas de centralización y monopolio estatal sobre la educación. El colapso del sistema es inevitable cuando la prioridad no es enseñar, sino mantener el control ideológico de la población. Sin cambios profundos en la estructura educativa, la crisis actual solo se profundizará, dejando a generaciones enteras sin las herramientas necesarias para construir un futuro diferente.

Acerca de Abel Santiago 17 Articles
Community Manager. Se inició en el mundo editorial en 1994. Posteriormente se adentró en el mundo digital desarrollando numerosas plataformas y campañas en línea, y colaborando en la creación y edición de contenido editorial y promocional. Apasionado de José Martí y de la verdad.

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