El pasado lunes, Habanos S.A., el gigante de los puros controlado en un 50% por el gobierno cubano, anunció ingresos récord de 827 millones de dólares en 2024, gracias a la creciente demanda en mercados asiáticos, especialmente en China.
El vicepresidente de la compañía, Jorge Pérez, reveló a Reuters que las ventas aumentaron un 16% respecto al año anterior, impulsadas por el consumo de fumadores adinerados en Asia, que ya representan una cuarta parte del negocio global de la empresa. Mientras tanto, en la isla, los cubanos hacen malabares para conseguir alimentos, medicamentos y artículos básicos en una economía colapsada, donde el salario promedio mensual apenas alcanza para sobrevivir una semana.
A pesar de los estragos causados por los huracanes Ian en 2022 y Rafael en 2023, que devastaron las plantaciones de tabaco en el occidente de Cuba, Habanos S.A. aseguró que la producción de puros no se ha visto afectada. José María López, vicepresidente de desarrollo, admitió que el volumen total de tabaco en la isla ha disminuido, pero minimizó la situación asegurando que la empresa solo utiliza “las hojas de mayor calidad”, cuya producción está garantizada. Es decir, el tabaco destinado a la exportación y a la élite internacional sigue fluyendo sin problemas, mientras en Cuba escasean incluso los cigarros más básicos que consumen los ciudadanos.
China sigue siendo el principal mercado de los puros cubanos en términos de valor, seguido por España, Suiza, Reino Unido y Alemania. Habanos S.A. se mantiene como líder mundial en la comercialización de puros Premium, con presencia en más de 130 países y marcas icónicas como Cohiba, Montecristo, Romeo y Julieta, Partagás y Hoyo de Monterrey.
El negocio del tabaco, al igual que la exportación de ron, sigue siendo una fuente clave de ingresos para la cúpula gobernante, mientras la población cubana enfrenta apagones, inflación descontrolada y un sistema económico que se desmorona. El mensaje es claro: los dólares que generan estos lujos en el extranjero no se reflejan en mejoras para el pueblo. En un país donde la supervivencia diaria es una lucha constante, las cifras millonarias de Habanos S.A. solo confirman una realidad innegable: el régimen sigue viviendo del lujo, mientras el pueblo sobrevive en la miseria.
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