
El Gobierno de Argentina ordenó el cierre del museo del Che Guevara ubicado en San Martín de los Andes, en el interior del Parque Nacional Lanín. La decisión fue confirmada por la Administración de Parques Nacionales (APN), que revocó el contrato mediante el cual la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) gestionaba el espacio desde 2008, año en que fue inaugurado el centro en conmemoración del guerrillero argentino.
Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, el museo —instalado en un antiguo galpón conocido como La Pastera— “no cumplía su función cultural original y había sido transformado en un centro de exaltación ideológica”. “Parques suspendió el contrato que implicaba una ilegalidad y la utilización de recursos del Estado para recrear la vida de este terrorista, con material audiovisual”, afirmó el portavoz, en una declaración cargada de contundencia.
El presidente de Parques Nacionales, Cristian Larsen, también se refirió al tema en un video publicado en sus redes sociales. “El Che Guevara fuera de los Parques Nacionales”, dijo, al tiempo que aseguró que el lugar “era utilizado con fines ideológicos” y que su recuperación “es un acto de defensa de la soberanía y de los valores que nos unen como Nación”. “El Che nunca fue un modelo a seguir, sino más bien un ejemplo de cómo detrás de fines loables se cometen atrocidades”, remató.
El museo La Pastera, que había sido inaugurado en 2008 durante el gobierno de Cristina Kirchner en el marco del 80 aniversario del nacimiento de Guevara, se emplazaba en una construcción de madera de 1946. Allí, el entonces estudiante de medicina Ernesto Guevara y su amigo Alberto Granado se alojaron brevemente durante su viaje en motocicleta por América Latina en los años 50.
Durante años, el lugar fue punto de visita de simpatizantes del Che y ofrecía exposiciones permanentes con fotografías, objetos personales, documentos, mapas de sus recorridos por América y África, así como material audiovisual que retrataba su ideología y legado revolucionario. En la planta alta del edificio se podía recorrer la habitación que habría ocupado el Che durante su estadía, y se ofrecían visitas guiadas y artículos relacionados con su figura.
“La Pastera museo del Che, es una alternativa distinta para conocer la vida y el pensamiento de este mítico personaje”, rezaba su descripción en redes sociales. “No es un museo más. Es un refugio para la historia, el análisis y la reflexión sobre uno de los personajes más emblemáticos de la historia”, añadía la presentación institucional.
Desde el entorno del Gobierno nacional sostienen que la cesión del predio a ATE fue parte de una política kirchnerista de “favores” hacia organizaciones sindicales aliadas, y que su cierre forma parte del plan de recuperación de espacios públicos y bienes del Estado con “fines republicanos y no partidarios”.
Hasta el momento, ATE no ha emitido una declaración oficial sobre el cierre, aunque se prevé que el conflicto pueda escalar en los próximos días.
Be the first to comment