
Ni la «busqueda del pan diario» escapa al cerco policial del régimen cubano. Wilber Aguilar, padre del preso político del 11J Walnier Luis Aguilar Rivera, fue detenido este jueves mientras caminaba por su barrio en La Güinera, La Habana, rumbo a la panadería. No existía orden judicial. No hubo explicación. Solo un agente de la Seguridad del Estado esperándolo a la salida de su vivienda.
La denuncia, enviada por su esposa mediante un audio a la periodista Yaima Pardo, evidencia el nivel de control y vigilancia al que es sometida esta familia desde que Wilber decidió alzar la voz por la libertad de su hijo: un joven con discapacidad condenado por participar en las protestas del 11 de julio de 2021.
El arresto de Wilber Aguilar se produce apenas tres meses después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitiera medidas cautelares en su favor. El organismo internacional reconoció el “riesgo de daño irreparable” al que están expuestos él y su familia debido al acoso sistemático del Estado cubano. Pero la dictadura ha vuelto a desoír a la comunidad internacional con la arrogancia de quien se sabe impune.
Desde 2022, Aguilar ha sido víctima de un patrón de hostigamiento que incluye detenciones arbitrarias, incomunicación, amenazas y condiciones infrahumanas de confinamiento, todo documentado por la CIDH. ¿Su único “delito”? Denunciar públicamente la injusticia contra su hijo.
El caso refleja no solo la continuidad del terror estatal ejercido contra los familiares de presos políticos, sino también el desprecio absoluto del régimen por los organismos internacionales y los derechos humanos. La ausencia de información oficial sobre su paradero actual y las condiciones de su arresto alimenta el temor de que, una vez más, Wilber sea recluido sin contacto con su familia ni asistencia legal.
Mientras tanto, la sociedad civil cubana y el exilio exigen su liberación inmediata y el cese de esta política de venganza institucionalizada. Porque cuando buscar pan se convierte en un acto de riesgo, lo que se vive no es un gobierno: es una tiranía.
Be the first to comment