
Mientras la Administración del republicano Donald Trump continúa deportando cubanos indocumentados, un representante suyo en La Habana, el Encargado de Negocios Mike Hammer, seguirá apoyando a las personas «de a pie» mediante el contacto directo en la calle, a pesar de la férrea vigilancia de las autoridades y de que el Gobierno de la isla «anima» a ciertos internautas a boicotear esos encuentros.
«Voy a continuar haciendo mi trabajo en Cuba, mis recorridos con el cubano de a pie», afirmó Hammer este viernes en Miami (Florida, EE.UU.) durante un encuentro con la prensa y luego de recorrer la isla de punta a punta y entrevistarse con gente tan variopinta como emprendedores, exprisioneros políticos y familiares de disidentes encarcelados.
«No hay nada en la Convención de Viena (sobre el derecho de los tratados entre Estados) que lo impida. No hay nada criminal en hablar conmigo en la calle», comentó el diplomático a una pregunta sobre el estigma de «contrarrevolucionarios» que utiliza el régimen castrista con medios independientes y personas con las que ha hablado Hammer en estas últimas semanas.
En la rueda de prensa, transmitida en directo por la web del gobierno federal martinoticias.com, Hammer, quien inició su gestión como Jefe de Misión de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana en noviembre de 2024, se refirió a una «política dura» y a un «apoyo al pueblo cubano» por parte de la actual Administración, que el pasado miércoles sancionó a cuatro funcionarios cubanos por el arresto en 2020 de un opositor, luego excarcelado.
En concreto, Estados Unidos sancionó a la fiscal Yanaisa Matos Legrá y a los jueces Gladys María Padrón Canals, María Elena Fornari Conde y Juan Sosa Orama, del Tribunal Provincial Popular de La Habana.
Según el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, estos cuatro funcionarios judiciales cubanos tienen prohibido el ingreso a Estados Unidos por una «grave violación de los derechos humanos».
Sobre estas sanciones, Hammer aseguró que «va a haber consecuencias».
«Estamos reforzando que no se otorguen visas a represores que luego están aquí tomándose un mojito en South Beach», remarcó.
Según el diplomático, y en referencia a su recorrido por la isla, las personas con las que ha hablado se sienten «adoloridas cuando ven a un represor en Estados Unidos».
Luego de su recorrido por la isla, que incluyó visitas a provincias tan alejadas de la capital como Santiago de Cuba y Guantánamo, donde se reunió con «gente de a pie», además de conversar con opositores como la economista Marta Beatriz Roque, Hammer recogió testimonios que hablan del «fracaso de la revolución», incluso por parte del dirigentes del Gobierno, acotó.
Respeto a la liberta de prensa
Sobre el trabajo de la prensa independiente, aseguró que «vamos a seguir apoyándolos. «Es un trabajo digno que requiere mucha valentía».
«En toda mi carrera siempre insistí en el respeto a la libertad de prensa. Hay que darle ánimo a los medios independientes», añadió Hammer, quien se desempeñó recientemente como Enviado Especial de los Estados Unidos para el Cuerno de África.
Anteriormente, este diplomático crecido en América Latina y que habla español con fluidez, fue Embajador en Chile y en la República Democrática del Congo.
En Washington, ocupó el cargo de Subsecretario de Estado para Asuntos Públicos y fue portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, donde también desempeñó el puesto de Director de Asuntos Andinos.
Hammer respondió indistintamente en inglés y español y no olvidó denunciar el encarcelamiento de los opositores Luis Manuel Otero Alcántara, quien hace activismo mediante el arte, y José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba y detenido recientemente vez por distribuir comida y enseres a la población.
«En casi todos los países del mundo hay libertad de expresión. Hay que liberar a todos los presos políticos», reclamó.
A una pregunta sobre cómo ve la iniciativa privada en la isla elogió el empeño de las micro empresas.
«Quiero darles ánimo, ellas quieren otro sistema económico», puntualizó en referencia a mujeres emprendedoras que trabajan en salones de belleza y cafeterías.
«En Cuba no hay medicina, electricidad, gas…», insistió sobre lo que observó en su recorrido, que ha sido criticado por el oficialismo.
Sobre sus viajes vigilados a lo largo de la geografía cubana, señaló:
«Lo que sí me preocupa es que hemos visto en redes sociales que las autoridades están animando a la gente a que venga a molestar e impedir que yo me mueva», y señaló específicamente a las «ciberclarias», como se le conoce en el argot cubano a un troll empleado por la dictadura.
El Encargado de Negocios en La Habana confirmó que la Administración Trump seguirá implacable con las deportaciones de cubanos que entraron al país sin un amparo migratorio.
«Todos los meses hay vuelos de deportaciones hacia La Habana. El régimen estudia una lista y a la mayoría los ha aceptado hasta ahora», reconoció.
«Yo voy a continuar haciendo mi trabajo en Cuba, mis recorridos con el cubano de a pie», insistió Hammer.
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