
Nuevas protestas estallaron en Bayamo y Cienfuegos, donde ciudadanos salieron a las calles para denunciar los apagones prolongados y la creciente escasez de alimentos. Las manifestaciones, documentadas en videos compartidos por los propios vecinos, revelan el hartazgo de una población asfixiada por el colapso energético y la indolencia del régimen.
En Bayamo, los residentes del reparto La Bayamesa rompieron el silencio tras más de 36 horas sin electricidad. En plena noche, se les ve caminando por la calle 16 de Rosa con linternas, alzando la voz en medio de la oscuridad total. «¡Llevamos tres días sin luz!», grita una mujer mientras otros vecinos se suman al reclamo. En la calle 22, la situación escaló: testigos reportan la llegada de efectivos de las boinas negras acompañados por perros, una muestra más del mecanismo represivo que el gobierno activa ante cualquier señal de inconformidad ciudadana. Sin embargo, tras la protesta, el servicio eléctrico fue restablecido, lo que muchos interpretan como una reacción forzada del poder ante la presión popular.
Una usuaria que compartió imágenes del momento escribió: «¡Cobardes que son los comunistas! No se rindan, el pueblo manda». En el video se observa una concentración de vecinos frente a sus casas, iluminados solo por la luz tenue de celulares, sin miedo a expresar su indignación en plena vía pública.
En Cienfuegos, otro foco de tensión se encendió en el Parque Martí. Un video difundido en redes muestra gritos y sonidos de agitación en plena madrugada. Aunque algunos internautas dudaron de la fecha exacta del material, residentes locales aseguran que el descontento es real y que en las últimas horas se han registrado nuevos brotes de protesta.
Estas manifestaciones se suman a la ola de levantamientos recientes en el oriente del país. En Santiago de Cuba, vecinos del reparto Micro 9 y otras zonas salieron días atrás a exigir comida y condiciones mínimas para sobrevivir. Las consignas se repiten: «¡Queremos comida!», «¡Queremos luz!», «¡Abajo la dictadura!». Frases que resuenan con fuerza en videos grabados con teléfonos móviles y difundidos a pesar de los cortes de internet impuestos por el régimen.
La crisis energética en la isla continúa agravándose. Según reportes recientes, los apagones afectan ya a casi la mitad del país, con zonas donde la corriente eléctrica no se restablece por más de 24 o 36 horas consecutivas. Esta situación ha empujado a miles de cubanos al límite, detonando una serie de protestas espontáneas que el gobierno intenta sofocar mediante amenazas, arrestos y militarización de barrios.
Varias organizaciones independientes han alertado sobre un patrón creciente de represión en las zonas donde estallan las protestas. Se reportan detenciones arbitrarias, presencia policial intensificada y cortes selectivos del servicio de internet para impedir la difusión de videos y testimonios.
Lo que ocurre en Bayamo y Cienfuegos no es un hecho aislado, sino la expresión de un país que no quiere seguir callando. La represión y el apagón no logran apagar la indignación. El régimen, una vez más, responde con miedo a un pueblo que ya no teme.
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