Termoeléctrica Antonio Guiteras fuera de servicio: protestas a la vista

La mayor planta generadora de electricidad en Cuba, la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, volvió a salir del sistema este viernes por una avería técnica, agravando la ya insoportable crisis energética nacional. La desconexión de la CTE, ubicada en Matanzas, fue confirmada por el diario oficialista Girón a la 1:23 p.m., tras el fallo del motor de corriente alterna del Calentador de Aire Regenerativo (CAR) B. El sistema tuvo que ser detenido y, hasta el cierre de esta edición, no existía un plazo estimado para su reparación.

La salida de la Guiteras se suma a una cadena interminable de colapsos, mantenimientos forzados y parálisis técnicas que desnudan el estado ruinoso del Sistema Electroenergético Nacional (SEN). A comienzos de mayo, esa misma planta fue desconectada “por mantenimiento impostergable”, mientras siete de las veinte termoeléctricas del país estaban fuera de servicio. Otras 81 unidades de generación distribuida estaban paralizadas por falta de diésel y fueloil.

La situación energética de la Isla ha alcanzado niveles críticos. En febrero, el país vivió uno de los mayores déficits eléctricos recientes, con más de la mitad del territorio —un 57%— sin electricidad de forma simultánea. La población cubana sufre apagones de más de 20 horas en provincias del interior, donde la vida cotidiana ha sido reducida a la supervivencia: escasez de agua, deterioro de alimentos, hospitales sin climatización y escuelas semi paralizadas.

La desesperación ciudadana estalla cada vez con mayor frecuencia. El pasado 17 de mayo, vecinos del reparto Hermanos Cruz, en Pinar del Río, salieron a protestar tras días de apagones prolongados. La primera secretaria del Partido Comunista en la provincia, Yamilé Ramos Cordero, acudió a la zona para intentar aplacar el descontento. Su respuesta a una de las manifestantes fue tan reveladora como cínica: “Los apagones no se acabarán hasta que tengamos petróleo”.

La frase no solo evidencia el colapso técnico del sistema, sino también la absoluta falta de planificación y respuesta estatal ante una emergencia nacional que arrastra al país a una nueva espiral de miseria. Las autoridades siguen sin ofrecer soluciones viables, mientras responsabilizan a las sanciones estadounidenses. Sin embargo, estimaciones independientes calculan que el sistema eléctrico cubano necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para ser rescatado, una cifra imposible en las condiciones actuales de insolvencia del régimen.

La Habana, como de costumbre, recibe un tratamiento privilegiado. Mientras los apagones en provincias superan las 20 horas diarias, en la capital los cortes programados oscilan entre cuatro y seis horas. El patrón no es nuevo: proteger la imagen del régimen en sus bastiones simbólicos y económicos, mientras condena al resto del país a la oscuridad.

La desconexión total del SEN ocurrida el 18 de octubre de 2024 dejó a la mayoría de las provincias con apenas tres horas de electricidad al día. Tras una breve y aparente mejoría, los apagones volvieron a alcanzar a casi el 60% del país. Aunque la actual crisis no ha igualado todavía los niveles de colapso de octubre, su prolongación agrava el deterioro económico y el malestar social.

Los apagones, cada vez más extensos, no son solo consecuencia del abandono estructural y la corrupción institucional: se han convertido en un detonante de protestas masivas contra el régimen. Las más emblemáticas fueron las del 11 de julio de 2021 y las del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba y otras localidades.

El sistema eléctrico de Cuba, antaño orgullo de la revolución, hoy es símbolo de su fracaso. La Guiteras no es la excepción, sino el reflejo de un país apagado, abandonado a su suerte, donde ni siquiera la luz es ya un derecho garantizado.

Acerca de Redacción 701 Articles
Publicamos noticias, crónicas y reportajes de actualidad cubana. Nos define la integridad periodística, la veracidad y la calidad de nuestra información.

Be the first to comment

Deja un comentario