
El régimen cubano vuelve a pisotear la libertad religiosa. Esta vez, con el encarcelamiento de dos pastores evangélicos por atreverse a mencionar a Dios en un tribunal militar. Luis Guillermo Borjas Navarro y Roxana Rojas Betancourt, líderes de la Iglesia Asambleas de Dios en la Isla de la Juventud, fueron detenidos tras intervenir como testigos en el juicio de su hijo, Kevin Lay Laureido Rojas, y señalar la injusticia del proceso tanto “ante los hombres como ante Dios”.
Los hechos, denunciados este viernes por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) y la Alianza de Cristianos de Cuba (ACC), confirman una nueva embestida del régimen contra la libertad de conciencia. Las organizaciones condenaron el atropello: “Es un ataque intolerable contra los derechos humanos. Llamamos a las iglesias cristianas internacionales, especialmente a las Asambleas de Dios, a las ONG y a los gobiernos democráticos a denunciar esta situación”.
El hijo del matrimonio pastoral enfrenta una petición fiscal de cuatro años de cárcel por presunta deserción militar, tras abandonar una unidad a la que fue ingresado por la fuerza pese a contar con documentación médica que lo declaraba no apto para el Servicio Militar. El joven padece trastornos psiquiátricos y ortopédicos.
Durante el juicio, los pastores denunciaron abiertamente la injusticia del proceso. “El pastor dijo a la fiscal que actuaban con injusticia y que tendrían que responder ante la justicia de Dios”, relató la activista Yaiset Rodríguez Fernández. Según su testimonio, la Fiscalía respondió citando un supuesto artículo que prohíbe invocar a Dios en tribunales militares, alegando que “la justicia solo la imparten ellos”.
Por esa declaración, los jueces imputaron a Borjas y Rojas los delitos de desacato y desobediencia. La Fiscalía exige para ambos una condena de ocho años de prisión. Borjas permanece detenido en condiciones inhumanas, sin derecho a visitas ni a recibir alimentos. Rojas, que sufrió una crisis cardiovascular durante su detención, fue hospitalizada y luego liberada por razones de salud.
El juicio contra su hijo está programado para el 9 de junio. Mientras tanto, el caso ha provocado indignación entre creyentes, activistas y miembros de la sociedad civil. La Iglesia Asambleas de Dios de Cuba confirmó los hechos en sus redes sociales y pidió oración por los afectados.
Este episodio se enmarca en un creciente rechazo al Servicio Militar obligatorio, sobre todo tras la tragedia ocurrida el pasado 7 de enero en Holguín, donde nueve reclutas murieron en un almacén militar. La objeción de conciencia ha sido ignorada sistemáticamente por las autoridades, y cada vez más ciudadanos denuncian el reclutamiento forzoso de jóvenes con padecimientos médicos o psicológicos.
Solo en lo que va de 2024, el OCDH ha documentado 996 actos contra la libertad religiosa en la Isla, superando las cifras del año anterior. Las violaciones incluyen la imposición de multas a líderes religiosos, hostigamiento a cristianos con compromiso cívico, negación de servicios religiosos a presos políticos y prohibiciones para asistir a misas.
Además, el régimen continúa negando personalidad jurídica a iglesias independientes, entre ellas las más de 63 entidades que integran la Alianza de Cristianos de Cuba. La estrategia es clara: controlar, silenciar y castigar cualquier expresión de fe que escape al aparato del Partido Comunista. En Cuba, incluso hablar de Dios puede llevarte a prisión.
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