Mientras el dolor y la indignación por la muerte de nueve reclutas en la explosión de los almacenes militares en Melones siguen latentes, el régimen cubano recurre a su maquinaria propagandística para blanquear la imagen del Servicio Militar Obligatorio.
El pasado domingo, el régimen celebró la incorporación de 600 nuevos reclutas a su decadente ejército. El Noticiero Nacional de Televisión (NTV) llevó sus cámaras hasta una unidad del Ejército Central para mostrar una versión idílica del adiestramiento militar, exaltando supuestos valores patrióticos mientras ignora la creciente oposición de la sociedad a continuar enviando a sus hijos a una la maquinaria militarista del régimen.
El reportaje destaca cómo los jóvenes reclutas “reafirmaron el compromiso de defender la patria socialista”, omitiendo por completo los riesgos reales que pudieran enfrentar.
En el case de la tragedia de Melones, el silencio oficial y la rapidez con la que el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) censuró los primeros reportes que indicaban que los soldados fallecidos estaban manipulando “municiones envejecidas” confirman el encubrimiento de las posibles negligencias que implican a quién sabe como, y que los haría aparecer culpables por el siniestro.
Tampoco se ha desmentido la información no oficial que sugiere la presencia de armamento químico en la zona y la falta de protocolos adecuados para su conservación, factores que habrían convertido a los reclutas en víctimas de una negligencia criminal.
Esta no es la primera vez que una tragedia expone los riesgos del Servicio Militar.
Hace dos años y medio, cuatro jóvenes reclutas murieron en el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas, donde fueron enviados a apagar las llamas sin preparación ni equipamiento adecuado. Antes y después de ese suceso, numerosos jóvenes han perdido la vida en maniobras, accidentes, hechos violentos y suicidios durante su tiempo de servicio.
El Servicio Militar Obligatorio debe ser abolido. Campañas como No al Servicio Militar Obligatorio, promovida por movimientos como Impacto Juvenil Republicano, han logrado visibilizar esta problemática y sumar a padres y jóvenes que se niegan a seguir alimentando la maquinaria militar del régimen.
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