La influencer cubana conocida bajo el nombre de Flor de Cuba desató una fuerte polémica en redes sociales tras criticar a los universitarios de la isla que la humillan por no haber terminado el 12º grado.
En un video publicado en su cuenta de Instagram, cuestionó el valor de los estudios superiores en Cuba, asegurando que la educación en el país solo sirve para formar mano de obra barata y no garantiza un futuro próspero.
«El gobierno convenció a tu madre y a tus abuelos de crear obreros y mano de obra barata para pagarles 10 dólares al mes y hacerles creer que eso era ser alguien en la vida», afirmó en su publicación. Según Flor, muchos profesionales cubanos terminan trabajando en Mipymes creadas por compañeros que ni siquiera destacaban en la escuela, mientras que otros deben depender de familiares en el extranjero para acceder a bienes y servicios básicos.
Además, criticó que los títulos obtenidos en la isla no tengan reconocimiento fuera del país y que muchos graduados terminen en empleos precarios. «Te pasaste cinco años estudiando para terminar vendiendo pizzas o viendo al vecino que no estudió ganar más que tú», agregó.
La influencer también aclaró que su mensaje no estaba dirigido a todos los universitarios, sino a aquellos que menosprecian a quienes no completaron estudios superiores. «No estoy en contra de los que estudiaron y son buenas personas, pero sí de los que humillan y se creen superiores por un papel que en Cuba no les da nada», concluyó.
En su arremetida, la influencer expuso la trampa en la que han caído varias generaciones de jóvenes cubanos. En una disertación bien articulada, denunció cómo el régimen ha vendido durante décadas la idea de que el éxito depende de un título obtenido en sus instituciones, sobre las cuales mantiene un férreo control, mientras en la vida real estos profesionales están destinados a trabajar bajo un sistema que no ofrece oportunidades reales de crecimiento.
Este video constituye una denuncia involuntaria pero demoledora de la estafa propagandística del régimen acerca de la educación en Cuba, cuando en realidad sus escuelas han funcionado como «fábricas» de obreros programados para perpetuar el círculo de pobreza y sumisión que los mantiene en el poder.
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