
El despotismo y la intolerancia siempre han acompañado al régimen y sus seguidores, causando innumerables víctimas, cuantiosos daños y profundas divisiones entre cubanos, impidiendo cualquier esfuerzo de reconciliación y construcción de una sociedad donde impere el entendimiento, el respeto y la prosperidad.
La justicia es el único camino para que muchos recuperen la dignidad arrebatada, para que sanen las profundas heridas causadas por la desmedida e irracional opresión.
Exigir justicia no es un acto de venganza espuria, es un elemental ejercicio de reparación y rendición de cuentas previo al perdón sin olvido.
Eduardo Cardet.
Coordinador Nacional del Movimiento Cristiano Liberación
¡Patria, Libertad y Justicia!
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